Saber Dejarlo Todo
Recuerdo una historia sobre un misionero llamado David Livingstone. Este dedicaba su vida a las misiones, dejando atrás a su familia y pasando semanas y meses en África. En su corazón albergaba un deseo profundo: «Cuando llegue mi hora de partir, quiero que mi corazón descanse en África, mientras mi cuerpo regrese a mi tierra …