Saber Dejarlo Todo

Recuerdo una historia sobre un misionero llamado David Livingstone. Este dedicaba su vida a las misiones, dejando atrás a su familia y pasando semanas y meses en África. En su corazón albergaba un deseo profundo: «Cuando llegue mi hora de partir, quiero que mi corazón descanse en África, mientras mi cuerpo regrese a mi tierra natal». Tenía la costumbre de retirarse para orar en soledad, pero un día sus compañeros comenzaron a preocuparse porque se demoraba más de lo habitual. Cuando lo buscaron, lo encontraron sin vida, arrodillado en oración. Su deseo se hizo realidad: su corazón descansó en África, mientras su cuerpo regresó a su país de origen.
        Este relato recuerda la dedicación y el amor profundo que sentía este misionero por África y su labor misionera. Su historia es un testimonio conmovedor de su compromiso y su deseo de servir a la comunidad africana hasta el último aliento..

Mateo Capitulo 13 versiculo 44 al 46
El tesoro escondido

44 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
La perla de gran precio
45 También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas,
46 que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.

Se mencionan dos enseñanzas que subrayan que el Reino de los Cielos implica renunciar a todo en su nombre.

Me ocurrió a mí, cuando alguien me predicaba acerca de Cristo, me parecía absurdo y tenía el corazón endurecido. Mi resistencia a aceptar el evangelio se debía a que tenía tesoros en mi corazón que no estaba dispuesto a abandonar. Estos tesoros incluían mis amigos, las fiestas, las reuniones y mi estilo de vida. No estaba dispuesto a dejarlos atrás. Aquí radica el verdadero significado del Reino de Dios: estar dispuesto a renunciar a todo.

En este relato, se resalta la lucha interna que experimenté al resistir el mensaje de Cristo debido a la apreciación de tesoros terrenales. Sin embargo, se enfatiza que el Reino de Dios implica la disposición de dejar atrás esos tesoros .

Estamos plenamente de acuerdo en la iglesia, que es el cuerpo de Dios. Cuando decidimos recibir a Jesús, tomamos la decisión de dejar atrás todo lo que teníamos, y no hemos sentido ni un ápice de arrepentimiento. Nos dimos cuenta de que valió la pena renunciar a todo para adquirir ese campo y descubrir ese tesoro, que es mucho más valioso de lo que poseíamos.

Al reflexionar, llegamos a la conclusión de que cometimos un error al no reconocer antes la riqueza que había en este nuevo camino. Dios nos ofrece bendiciones más grandes de lo que podíamos haber imaginado, pero en ocasiones nos resistimos a abandonar nuestros tesoros terrenales.

En una sección posterior del Evangelio de Mateo, nos encontramos con otro hombre.

Mateo Capitulo 19 versiculo 16 y  21
El Joven rico
16 Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.

En esta parte también se presenta un tesoro invaluable, que es la vida eterna, pero lamentablemente, este hombre no estuvo dispuesto a renunciar a sus tesoros terrenales. A pesar de haber tenido un encuentro cara a cara con Dios y expresar su deseo de obtener el tesoro que es la vida eterna, se vio atrapado por el peso de sus posesiones y no logró dejarlo todo.

En esta parte también se presenta un tesoro invaluable, que es la vida eterna, pero lamentablemente, este hombre no estuvo dispuesto a renunciar a sus tesoros terrenales. A pesar de haber tenido un encuentro cara a cara con Dios y expresar su deseo de obtener el tesoro que es la vida eterna, se vio atrapado por el peso de sus posesiones y no logró dejarlo todo.

«Ya no vivo yo mas  Cristo vive en mí.» Cuando Cristo habita en nuestro interior, ¿qué perciben las personas que nos rodean? 
El Espíritu Santo toca nuestro corazón, permitiéndonos mirar a las personas no convertidas de una manera transformadora. En lugar de juzgar, condenar y criticar, empezamos a amar y a elevar oraciones por ellas, manifestando un corazón lleno de misericordia.

Creo que tanto tú como yo estamos en este mundo con un propósito claro: transformarlo.

A veces, sentimos una cierta resistencia a acercarnos a aquellos lugares donde se encuentran personas no convertidas. Sin embargo, es en esos lugares de oscuridad donde la luz es más necesaria. Nuestro país está experimentando una verdadera emergencia y se encuentra en un estado crítico, y en estos momentos, los creyentes son aquellos que se necesitan.

«Como creeran si no hay quien les predica, hermosos son los pies de los que anuncian la paz»

El apóstol Pablo nos dejó una poderosa lección al decir: «No estimo preciosa mi vida, con tal de que acabe mi carrera con gozo.» Y posteriormente añadió: «He peleado la buena batalla, he terminado la carrera.»

Como iglesia, estamos llamados a un propósito noble: dar vida, dedicar tiempo, y compartir nuestros recursos. Ciertamente, los negocios de nuestro Padre celestial son inigualables.

Recordamos las palabras de Jesús cuando dijo que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el Reino de Dios. Sin embargo, también debemos recordar que para Dios, todas las cosas son posibles.

Mateo Capitulo 19 versiculo 27 y  29

27 Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos?

29 Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.

Jesús le dijo a Pedro: «Las puertas del Hades no prevalecerán contra ti.»

Existen fuertes barreras que mantienen a la gente esclavizada, y a menudo parece imposible liberarse de ellas, pero Dios te asegura que esas puertas no prevalecerán contra ti. Tú tienes la capacidad de romper esas barreras.

Y Jesús añadió: «Y te daré las llaves del Reino de los Cielos.» Esto significa que tienes el poder de compartir el mensaje celestial con las personas cada vez que oras.

Te insto a que en tu corazón hables con Él, cierres los ojos y le pidas dirección sobre qué dar y a quién debes dar. Es posible que hayas entregado tu corazón a muchas personas, algunas de las cuales te han herido o maltratado, pero Jesús anhela tu corazón y quiere ser el centro de tu vida.

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